miércoles, 26 de octubre de 2011

Unos vienen y otros, simplemente, se van...

En cualquier momento puede pasar algo que te cambia la vida para siempre. En tan solo un segundo tu vida se puede arruinar. Esa persona que tanto significa para ti se puede ir... para siempre. No puedes volver atrás. Es irreversible. Y duele, sí, duele mucho, pero no hay manera de evitarlo. Ojalá nadie tuviera que pasar por eso, por el sufrimiento de saber que no le volverás a ver, a oír, a sentir... Pero es el ciclo de la vida. Unos vienen y otros, simplemente, se van... A veces demasiado pronto o en el momento menos apropiado, lamentablemente eso también está muy lejos de nuestro alcance...

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